El mes pasado les contamos la historia de nuestra primera aventura enológica, que comenzó en Sierra Vieja, Zacatecas, a cien kilómetros de Cañitas, que es el mero centro geográfico del país. Entre bíblicas heladas y plagas y, sobre todo, acuerdos arancelarios, nuestro proyecto no alcanzó a despegar como hubiéramos querido. Ni hablar. |
15 años después del primer round enológico, mudamos nuestras ideas y entusiasmo a un fértil valle que remata en una bahía de peculiar nombre: Salsipuedes, en Ensenada. (Hemos buscado el origen de ese toponímico, que aparece por aquí y por allá en Hispanoamérica, pero es un gran misterio; lo cierto es que quienes han visitado el mirador del Bar Bura, a contraesquina de Salsipuedes, comprenden su nombre de inmediato: así es la naturaleza cuando es bella en serio). |
Una vez instalados en Baja California, en 2007 reiniciamos las actividades vitivinícolas con tres uvas: Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo. Trajimos plantas de Estados Unidos e hicimos mucho énfasis en evitar cualquier contacto con la temible filoxera. También encontramos un viñedo abandonado de Grenache de más de 30 años de antigüedad: un tesoro olvidado con el que hoy producimos Norteado, un vinito dulce natural de cuatro años en barrica cuya fermentación cortamos con mezcal. En 2008 y 2009 plantamos las hectáreas frente al mar con Sauvignon Blanc y, en los viñedos circulares, Cabernet Sauvignon y Merlot. En 2009 llevamos Cabernet Sauvignon a la entrada de la propiedad y, junto a la vinícola, plantamos Cabernet Franc, más Merlot y Tempranillo. |
Hoy contamos con dos líneas de vinos: los de Cuatro Cuatros, de 24, 36 y 44 meses en barrica, son vinos complejos, de buena estructura, producto de la crianza en madera. El de 44 meses es de guarda: bien conservado, te va a aguantar muchos años. La otra línea llamada Desert Nest, está orientada al paladar joven: vinos aromáticos, frutales, fáciles de beber. Detrás de nuestros vinos han estado los enólogos Víctor Torres Alegre, Horacio Reyner y, en la línea Desert Nest, Julio Nuza. |
El diseño de los viñedos circulares es de Claudia Turrent. La arquitecta, quien cuenta con una sólida experiencia en la arquitectura verde bajacaliforniana, entiende el paisajismo como si fuera acupuntura: una pequeña intervención puede hacer gran eco en todo el contexto. Claudia habla acerca de la gota de agua que, al caer, produce resonancia y fertilidad de formas geométricas que crean paisajes de colores y contrastes vegetales en las diferentes estaciones del año. En Claclá pueden conocer el genial trabajo de Claudia. |
En fin. Eso queríamos contarles este mes. Si quieren ver algunas fotos del primer y único desarrollo residencial con viñedos y mar en toda América, no dejen de seguir el Instagram de Cuatro Cuatros. Y, si viven cerca o están de visita en Baja, ¿por qué no darse una vuelta una vez que la instrucción #QuèdateEnCasa haya concluido ? Estamos en el kilómetro 89 de la carretera libre Tijuana-Ensenada. |