El estudio de arquitectura de São Paulo, UNA, finalizó la construcción de una casa en Cotia que busca reforzar el caminar, el paseo como forma de percepción del lugar.
La construcción, en corte, se acomoda a la geografía, con pequeños cerros. Se permite la integración entre el interior y exterior, que se alternan, se doblan y se complementan con agua, fuego, vegetación. Cuatro planos construidos a partir de tres muros de contención paralelos organizan el paisaje.
La cubierta plana, de 45 metros de extensión, es un jardín que casi toca la parte alta del sitio. La estructura de hormigón alberga todo el programa, mientras el suelo se mueve, creando planos con ambientes de alturas distintas.
La entrada se realiza por la parte baja, una estructura metálica colgada en la de hormigón. Una casa en rampas que permite la continuidad de los paseos. El primer tramo, en puente sobre el agua, conduce a la sala de estar y cocina, con doble altura. En el segundo tramo, la rampa, ahora metálica, establece la conexión con habitaciones y biblioteca.
En contraposición a la fachada ciega a la calle, la cubierta garantiza sombra por la tarde. De esta forma, se completa un camino como diseño continuo, interconectando todos los espacios, subiendo y bajando la ladera, sin determinar si estamos enterrándonos o sumergiéndonos.
Fotografía: Nelson Kon
http://www.nelsonkon.com.br/